Una persona sufre estrés cuando su vida es sometida a presión o tensión nerviosa. El estrés puede ser físico cuando se trata de una enfermedad, emocional cuando siente tristeza o depresión, y psicológico cuando hay temor hacia algo.
Las reacciones que se presentan cuando se sufre de estrés son: alteración de los latidos del corazón, aumento de la presión sanguínea que causa desgaste y deterioro del cuerpo, y otros síntomas como el cansancio, dificultad para respirar, mareos o pérdida del apetito, son algunos de ellos. El estrés no es algo que podamos eliminar definitivamente, pero podemos liberarnos de él al controlarlo, y esto se logra cumpliendo algunas técnicas, aquí te decimos cómo: Reconocer: Reconoce que existe el estrés y que hay situaciones que lo desencadenan, admite que existen situaciones que no puedes cambiarlas, debes aceptarlas y lidiar con ellas de la mejor manera posible para mitigar el estrés. Proactivo: Reaccionamos ante ciertos estímulos externos que nos produce estrés. Usa la mejor arma, “ser proactivo”, y toma el control; no dejes que situaciones externas te controlen. Priorizar: Distingue cuáles son tus prioridades, fíjalas y trabájalas. Meditación: si meditas lograrás tranquilizar tu cuerpo. Eso disminuirá la producción de hormonas del estrés y aumentarás tus niveles de calma y bienestar. Practicar una meditación diaria sería ideal y hará una gran diferencia. Respiración: realizar ejercicios de respiración como una rutina diaria, cultivarás la calma y el equilibrio en tu cuerpo, logrando que cuerpo y mente se desaceleren. Estas técnicas son la respuesta para librarse del estrés, adóptalas y experimenta sus beneficios, verás que tu cuerpo y tu mente entrarán en calma, felicidad y plenitud, por lo que podrás aprovechar tu potencial como ser humano.